El pasado 16 de octubre Malpaso embrujó a más de 100 personas en la 2 de Apolo. Se que algunos de vosotros estuvieseis allí, pero para los que no pudisteis asistir, aquí unas breves líneas sobre lo que pasó.
Me gustaría comentar a cada uno de los formadores del grupo, ya que concierto tras concierto no puedo dejar de alucinar con la potencia de estos chicos, en especial de Alex. Nunca había visto a un batería con tanta fuerza, tan revolucionado, creo que unos cuantos platos, tambores y bombos más no le sobrarían, y él seguiría sonriendo.
Cómo no Javier, una vez más se metió al público en su apretado bolsillo (¡arriba esos pantalones roqueros!) Si elijo un momento, me quedo con toda la 2 en cuclillas, callada y expectante. El público nos sentíamos cómplices de cada una de las letras y de esos movimientos de cadera tan característicos. Simplemente encantador.
Qué decir sobre Alberto, sólo o acompañado siempre suena genial. Y se que aun que se esconda bajo sus gafas de sol y cuando puede, bajo su sombrero, es un roquero elevado al cuadrado. Y Adrián, mediante su carácter argentino, bienvenido de Buenos Aires, acompaña todas los temas con su bajo, con su espalda levemente inclinada hacia tras y su sinuoso movimiento de hombros.
A decir verdad, después de 15 temas, 11 suyos y 4 versiones, más la presentación de su videoclip “Luces”, el concierto me pareció corto. Hoy día es difícil encontrar rock, en el que se brinda con botellines de cerveza, el público no para de moverse y la actitud de los que están sobre el escenario es segura, alegre, electrizante, y sobre todo cómplice de cada una de las personas que alzamos la mirada para verles tocar una vez más.
