Hace aproximadamente un mes que os ponía al corriente sobre las pasarelas y el ismo de los 50’s, pues ahora vuelvo a incidir en ello pero con un toque más urbano. Como ya dije, los 50’s se llevan en the urban catwalk.
A parte de las faldas de vuelo, las gafas de gata y los guantes largos, los 50’s tienen eso peculiar marcado por los pantalones de pitillo, los salones de tacón de aguja, el cuero y las vestimentas ceñidas al cuerpo. Sólo hace falta recordar a Marilyn Monroe y a Audrey Hepburn.
Destacaría sin ninguna duda, como ya he dicho, los pantalones pitillo de cintura baja o extra baja, de corte ahusado y los de pernera capri. Sobre los colores, oscuros o brillantes, y para las más arriesgadas, cuero. También los leggins pero sólo leggins, es decir, absteneros a la utilización de la prenda como abrigo para cuando combinaciones con falda o vestido (que para eso están los panty de más de 40 denier). Y como estrella, el suéter de punto con múltiples posibilidades: escote bandeja, escote redondo, escote sabrina, cuello cisne o semicisne y escote de pico pronunciado. Los zapatos, de tacón alto de aguja o ancho, con tachuelas, de charol, punta redonda, punta descubierta,… y color a elegir.
Y ahora me adelanto al pensamiento “voy a tener frío”. Siempre he sido una gran defensora de las cazadoras de cuero, es aquella mágica prenda que sin ser muy engorrosa abriga por no dejar pasar el aire, así que, cazadora de cuero. Y para las más atrevidas, capa con guantes de lana gorda o pelo a lo yeti. Finalmente, bolso de mano y pendientes voluptuosos.
