Maquillarse puede ser un suplicio o un ritual, sea lo que sea, es un acto que acompaña al estilismo de cada persona. Algunas piensan que maquillarse es difícil o que no les queda bien, yo soy de las que pienso que cada persona se debe sentir cómoda con su apariencia maquillada o no. Es por ello que maquillarse en 1… 2… 3…

Con la piel bien reluciente, es la hora de tapar las imperfecciones con corrector (haz desaparecer las ojeras y los granitos) y luego aplicar una base de maquillaje en crema, mousse o líquida, mejor en mate para darle un tono más natural. A la hora de elegir la base ten en cuenta el tono de tu piel, querer parecer más morena puede dar la sensación de llevar una máscara. Tras la base heterogénea, es la hora de los polvos sueltos, una vez más teniendo en cuenta el tono elegido.

Ahora, los ojos. Mejor seleccionar una sombra o sombras con colores acordes al vestuario y a la ocasión. En este paso puedes jugar con purpurinas, negros, brillos e incluso, con pequeños adhesivos de brillantes. Si tienes un ojo pequeño y lo quieres agrandar, prueba haciendo una fina línea oscura o a juego con el color de tus ojos sobre las pestañas. Y para marcarlo más aun, delinea en la parte inferior. Acaba aplicando la máscara para pestañas (si tienes tendencia a tocarte los ojos, existen máscaras transparentes y resistentes al agua).

Hasta aquí, los pequeños pasos del maquillaje.
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