Todo empezó cuando me puse por primera vez los zapatos de tacón de mi madre. Tenía tres años y recuerdo perfectamente como eran; negros, de salón y con unos broches dorados en la solapa, ella lo combinaba con un bolso de piel negro adornado de pequeños elefantes, también dorados. En ese momento entendí dos cosas: que no debía ponerme los zapatos de mi madre y que quería tener mis propios zapatos de tacón.
Con cinco años, la misma madre de los zapatos, me animaba para que les diseñara y cosiera los vestidos a mis Barbie, los resultados eran entrañables... Con siete, me pasaba horas jugando a “Diseña la moda”, combinaba toreras tejanas con pamelas y faldas de gasa, de hecho, un look muy los 90’s. A los once combiné falda de cuadros con chaleco de rayas, y mamá se quedó sorprendida de cómo lo hice, ya que me dijo: “No, rayas y cuadros nunca juntos, pero te queda bien”.
Y a los 15, mis compañeras de instituto usaban deportivas y yo tacones… Así que, con el tiempo la moda ha pasado a formar parte de mi vida y The Urban Catwalk representa toda esta pasión por las tendencias, las combinaciones arriesgadas y el entendimiento de que significan las pasarelas para los que se sienten ajenos a ellas… por qué todo es moda, las calles son moda, y nosotros y nosotras mismos creamos moda día a día.
