sábado, 4 de septiembre de 2010

I love 50's - Autum/Winter 2010-11




¿Quién no adora los años 50’s? Es imposible no sentirse bien con uno de esos vestidos que te ciñen el busto, marcan la cintura y promueven el juego de caderas. En las pasarelas de este otoño/invierno 2010-11 algunos de los mejores diseñadores nos han hecho un gran regalo, y es que este invierno, los 50’s se llevan en la calle.


Louis Vuitton deleitó a todo París con sus elegantes diseños: trajes con faldas de campana, vestidos de fiesta, escotes simétricos, colores brillantes,… y como no, bolsos de mano y zapatos de tacón en su justa medida. En París también desfiló Chanel, que logró combinar hielo y 50’s.

¿Y en Milán? Sólo una palabra: Prada. Se podía revivir los días en que Francia luchaba de nuevo por ser el número uno de la haute coute, los años en que la mujer era sexy por su silueta, y lucía peinados perfectos e inamovibles. Prada ha hecho posible diseños muy urbanos mediante pantalones, abrigos, vestidos y faldas, con cuellos de solapa, grandes botones, cintas de pelo y gafas de gata.

Y a lo que respecta Nueva York, Óscar de la Renta desfiló con su tan marcada clase, luciendo broches de brillantes y anchos cuellos que seducen a partir del hombro. Colores violados y cerúleos, sombreros y finos cinturones.


Así que, si estás enamorada de los dulces años 50’s, este otoño/invierno 2010-11 paséate por tu urban catwalk con guantes largos de piel, cintura de avispa, y haz volar tu falda de campana como Sandy y Rizzo en Grease.

2 comentarios:

  1. mmmm!!! es verdad.......los 50's vuelven con esos vestidos tan femeninos....pero para un entretiempo, que al menos aquí ya no existe....y eso como lo combinaremos con el frío??

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  2. Pues no resulta tan difícil combinar los magníficos vestidos de los 50’s con los días frescos. Algunos trucos pueden ser un trech, una rebeca, incluso un chal aguantado con una aguja (si dejas descubierto uno de tus hombros siempre será más sexy). Y si te gustan las gabardinas, también es un buen remedio incluso para los días de lluvia. Venga, que no te venga la pereza y busca en tu fondo de armario.

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